jueves, 26 de noviembre de 2015

El niño sabio

Llega a consulta un niño de 13 años. La madre, que anteriormente consultaba conmigo, estaba muy preocupada porque el niño le dice que escucha voces y tiene pensamientos extraños. Luego del primer acercamiento el niño me pregunta lo que más le interesaba saber: ¿Ud. cree en dios? Hace ya tiempo que respondo lo que me preguntan. Siempre por supuesto poniendo de por medio lo importante que parece ser para el otro lo que yo crea. Dándome cuenta de lo que ocurría le expliqué mi punto de vista secular. En realidad no le interesaba tanto lo que yo creía sino lo que él sabia o había descubierto y necesitaba decirme para ver que pensaba yo como psicólogo. Me explicó su descubrimiento. Que en realidad dios no existía. Me recitó pasajes bíblicos del antiguo y del nuevo testamento que yo desconocía y me mostró las contradicciones entre eso y la realidad y la poca o nula conciencia de los creyentes. Me pidió que escuchará un enlace donde un tipo explicaba lo absurdo de que la gente no crea en papa noel y sin embargo, si en las creencias cristianas cuando no hay casi ninguna diferencia en muchas de las cosas absurdas de sus afirmaciones. Larga conversación con un niño que por momentos parecía un viejo conocedor de filosofía, que es a lo que se va a dedicar según me dijo. En un momento me dice que no entiende por qué la gente pone banderitas de Francia en sus perfiles cuando acá tenemos tantos problemas y nadie los ve, me enseño su perfil del FB en el que había una foto, transparentada por una bandera de Perú, de una familia pobre de la sierra que me enseñó orgullosamente. Le pregunté por las voces y me dijo que en realidad no escuchaba voces pero tenia muchas preguntas y pensaba demasiado para su edad, se daba cuenta. El algún momento sentí que era como conversar con un viejo amigo con el que compartía muchas ideas y experiencias. Finalmente me dijo que no sabia si nos volveríamos a ver, pero que había sido bueno porque se daba cuenta que necesitaba desahogarse, que sus profesores no lo entendían, que más bien trataban de convencerlo de aceptar lo inaceptable según su punto de vista. Se sintió confortado de poder compartir sus ideas con alguien con el que sentía afinidad. Y es verdad, pensábamos lo mismo en muchas cosas y en otras teníamos nuestras diferencias pero en lo esencial compartíamos una manera distinta e igual entre nosotros de ver el mundo. No es la primera vez que me sucede, me he dado cuenta que sin importar la edad ni la experiencia de vida, existimos un grupo de personas que tenemos una visión poco, o casi nada, centrada en las creencias sino más bien en los conocimientos y en una intuición más humana, social y ecológica que puramente científica. Pocas personas con quien compartir pero con las que me preocupo de no perder el contacto. Me quedé con la pregunta: ¿Y qué hubiera ocurrido si el niño consultaba con un psicólogo católico o cristiano?

martes, 29 de septiembre de 2015

Psicoanálisis y Educación Popular

Algunos ven el psicoanálisis como una religión, y siguen pensando, discutiendo y dudando si será ciencia o no. Particularmente descubrí que el psicoanálisis es una ciencia al estudiar Psicología Comunitaria. Freud, genio total, sentó también los principios del paradigma epistemológico cualitativo en sus investigaciones. La interpretación de los sueños es indudablemente un libro de investigación científica cualitativa en donde la subjetividad del investigador es parte importantísima de su rol como científico. Es algo que me fascina de Freud y que muy poco veo en otras investigaciones psicoanalíticas, la subjetividad del investigador nunca deja de estar presente. En realidad todo psicoanalista, o todo el que haga psicoanálisis, hace investigación profunda, la herramienta fundamental de la investigación científico-social en la actualidad. Podemos decir que cada sesión de psicoterapia psicoanalítica es una práctica de investigación profunda constante, en donde, a través de la transferencia y de la contra-transferencia, las subjetividades del investigador y del investigado interactúan mezclándose de tal manera que muchas veces terminan en confundirse e intercambiarse los roles, cosas de las que solo puede ser consciente el profesional investigador y rara vez el investigado y en eso consiste nuestra práctica profesional. Lo mismo sucede en Psicología Comunitaria y en cualquier investigación social en que se emplee, por ejemplo, la IAP, la investigación acción participativa. El psicoanálisis, herramienta fundamental desde mi punto de vista en la liberación del ser humano, junto con la educación popular de Paulo Freire, sufre lamentablemente, por lo menos en mi país, de diarrea teórica y a la vez de estreñimiento en cuanto a praxis social. Son muy pocas actualmente las investigaciones sociales psicoanalíticas comprometidas con nuestra realidad social. Y lo que más necesitamos aquí es práctica social psicoanalítica y no tanto desarrollo teórico desconectado de la realidad, o tal vez es mejor decir desarrollo teórico de subjetividades desconectadas de lo social. Siempre me pregunto qué se tocara en los salones VIP de los congresos psicoanalíticos, debe ser un conocimiento muy guardado y solo para iniciados, sin embargo, al parecer no tiene, o no se ve, un correlato social, y me parece que el psicoanálisis es finalmente una ciencia social humana. Ayudaría mucho que perteneciera más al lenguaje común su método, no tanto la verborrea técnica sino la vivencia del autoanalísis. Queda mucho trabajo social por hacer en este país, mucho conocimiento por compartir y aprender de nuestras poblaciones, sobre todo las quechuas y su inmensa y poco valorada filosofía ecológica y su increíble cultura agronómica guardada por siglos, demostrada y pérdida en Moray. Habría que añadir e investigar nuevos mitos más acordes con nuestra realidad y relativizar tanto paradigma europeo y edipos y hamlets. Acá necesitamos más Pachamama y Wiracocha. Toda una tarea de responsabilidad pendiente y urgente para los profesionales que utilizamos la herramienta.

viernes, 21 de agosto de 2015

Reflexión y psicoterapia

La reflexión que procura la psicoterapia debe servir para tomar una acción, si esto no ocurre en el tiempo necesario la pura reflexión no sirve para nada. No es a solo través de la comprensión intelectual de nuestros problemas que nos sanamos. Sé de muchas personas que se engañan a sí mismas, muchas veces con la complicidad inconciente o no del analista, esperando cambiar primero psicológicamente para poder tomar alternativas. Es la reflexión junto con la acción la que nos hace experienciar una nueva situación que continuará siendo reflexiva hacía el crecimiento y la sanación.

viernes, 19 de junio de 2015

Yo Canto Para Mi Mismo

(One’sself I sing) Yo canto para mí, una simple y aislada persona, Sin embargo pronuncio la palabra democracia, la palabra Masa. Canto al organismo humano de pies a cabeza, No son la fisonomía sola ni solo el cerebro los motivos únicos de mi Musa, Yo digo que la Forma completa es la digna, Y canto a la mujer lo mismo que canto al Macho. La Vida inmensa en pasión, pulso, poder, La vida feliz, formada en la más libre acción, bajo el imperio de las leyes divinas Canto al hombre Moderno Walt Whitman