jueves, 27 de noviembre de 2014

¿La medicación psiquiátrica me está ayudando?

El problema viene de que vivimos en una época en la que se considera más a la enfermedad que a la persona que la padece. Un problema psicológico es un síntoma de que algo profundo sucede y si se ignora el conflicto para suprimir el síntoma mediante una medicación no estamos trabajando el problema de fondo y este continuará. Para dar una idea más completa lo explicaremos de esta manera: si alguien tiene un dolor significa que algo esta mal, si en vez de investigar de donde viene el dolor solo se toma un calmante que lo suprima, el problema que ocasiona el dolor seguirá avanzando y puede llegar a ser mortal. De la misma manera sucede con los problemas psicológicos, si alguien tiene una depresión por una infancia marcada por el abuso, de nada servirá solamente tomar un antidepresivo. Es necesario conversar con un especialista sobre el motivo de la depresión. A lo largo de mi práctica profesional he visto a muchas personas que han visitado psiquiatras y/o psicólogos que sin ninguna preparación ni entrenamiento han jugado a ser psicoterapeutas haciéndoles perder tiempo y dinero irresponsablemente. Algunos se sienten psicoanalistas sólo porque leyeron a Freud o algún otro autor, como si eso les diera el conocimiento y la experiencia necesarias para poder ser un instrumento de integración que es lo que somos los psicoterapeutas. Esa conducta de algunos psicólogos, o peor aun, médicos psiquiatras, además de no servir para nada, denigra nuestra especialidad haciéndola parecer "de resultados lentos" o peor aun, inútiles. Cuando los que estamos en esto sabemos de tratamientos más focalizados y de resultados más prácticos. La mejor medida de que algo esta yendo bien es la sensación de bienestar que provoca la liberación de todo tipo de dependencia psicológica.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Reconstruir nuestras vidas

A J le pasó de niño que su padre lo trataba muy mal. Como usualmente suele ocurrir a todo niño cuando es victima de un padre perturbado J pensaba que la culpa la tenia el. Sentía que algo malo debía haber dentro suyo para que su amado padre, al que el buscaba con cariño y devoción, lo tratara de esa manera. Con el tiempo desarrolló una muy baja autoestima que se vio reforzada con el maltrato al que fue sometido en el colegio donde sus compañeros lo agarraron de punto, sufriendo lo que ahora se conoce comúnmente como "bullyng". Sin embargo, y a pesar de eso, una parte de él siempre se conservó saludable y pudo, a pesar de las dificultades, desarrollar una carrera universitaria y hacerse profesional. Y es que ocurrió también que a pesar del mal carácter de su padre y al maltrato al que lo sometió, tuvo como contraparte una madre que si le dio todo el cariño que pudo y eso mantuvo y sostuvo una parte de él sin derrumbarse del todo ayudándolo a salir adelante por lo menos en lo académico. El amor siempre salva. Pero otra historia diferente ocurría con respecto a sus relaciones sociales. Primero en la universidad, en la que seguía siendo el punto de sus compañeros de estudio, y luego en los diferentes trabajos que tuvo, en los que sentía que lo trataban de una manera muy singular. Se convirtió en un gruñón que luchaba por construir y mantener una imagen con la que el pensaba podría, lograr el respeto anhelado. Así llegó a los cuarenta sin haber podido consolidar una pareja y con un constante temor a ser tratado mal. Es recién cuando llegó a psicoterapia que pudo darse cuenta primero, que quizá efectivamente era su padre el que tenia algún problema y no el y luego, que el maltrato recibido fuera de casa la mayoría de veces se debía a situaciones recreadas por el mismo al proyectar un trato similar al de su casa en sus compañeros y en sus relaciones en general. Y se despertaron muchas cosas más que J las tenia aprisionadas por esa primera relación tan negativa en su primera infancia. Aun, y a pesar de eso, la costumbre de tantos años hacia que repitiera su papel de niño victima en cualquier ambiente al que llegaba, tal vez la única forma conocida y aprendida de relacionarse con los demás. Sin embargo, el primer paso importante, al decidirse a pasar por una experiencia en psicoterapia, ya estaba dado: empezar a darse cuenta. Luego, repensar las situaciones repetitivas de manera distinta provocó, como segundo paso, perder el temor a enfrentarlas. A partir de allí es que J comenzó con los cambios necesarios para conocerse y aceptarse tal como realmente es y a construir una nueva relación consigo mismo. Es la conciencia de las cosas como son, y no como las mal aprendemos, las que dan comienzo a la liberación de nuestra subjetividad y a su capacidad recreativa para integrarse a la reconstrucción permanente que significa vivir.

domingo, 12 de octubre de 2014

El contexto en la cultura humana

La cultura humana surge a partir de una experiencia que provoca una reflexión que a su vez provoca una una acción que recrea la realidad. Por lo tanto tiene que ver con un contexto. Y la "cultura" citadina es algo esquizofrénica. Sabemos que la tierra sirve para que crezcan plantas y se desarrolle la naturaleza pero sin embargo, la tapamos con cemento y brea para construir viviendas bajo un criterio totalmente económico y sin ningún razonamiento ecológico. Me pregunto ¿Es eso una cultura?

Qué es la cultura?

En realidad cultura es todo lo que hacemos para transformar la realidad y en ese sentido todos creamos cultura. Las teorías solo son el correlato de algo que alguien hizo y solo puedes aprender realmente algo cuando lo experimentas. Memorizar teorías o conceptos no es culturizarse, uno se culturiza cuando experiencia algo y hace la conciencia de esa experiencia, no cuando solo es un banco de datos. El insight podría ser un gran ejemplo de eso. La "cultura" según la ven Vargas Llosa y otros no tiene nada que ver con esto que digo. Eso es solo un prejuicio burgués del contexto eurocéntrico que pretende ser dueño de verdades universales. Una fantasía muy negativa para el resto de la humanidad, como se puede comprobar día a día. Siento que entramos a otra época en que la ecología de saberes se impondrá naturalmente.

jueves, 2 de octubre de 2014

El miedo al rechazo.

Las personas aprendemos a socializar con los demás a partir de nuestras primeras relaciones cercanas. Ellas son las que configuran cómo nos acercaremos a los demás. Si un niño o niña reciben críticas no constructivas desde los primeros momentos de su vida eso será algo que los marcará y no dejará que desarrollen de manera fluida y autentica, porque empiezan a establecerse creencias acerca de lo que uno es o no es, de lo que uno puede o no puede. Incluso cualquier capacidad puede bloquearse o anularse. Este aprendizaje negativo se torma como una especie de velo frente a la realidad, todo lo filtramos por ese velo y no nos permite ver las cosas como realmente son. Ahí entonces aparece un primer trastorno. Uno no es conciente de que eso sucede, puede darse cuenta con el tiempo, a través de una psicoterapia o no hacerlo nunca y vivir preso. Cómo liberarse? Lo primero es darse cuenta de lo que sucede, tratar de averiguar por qué está allí, cómo fue que se instaló de esa manera; y luego, más adelante, tratar de observarlo y estudiarlo. No es algo sencillo de hacer ya que cuando uno está envuelto en ese modo todo gira alrededor de él como única realidad posible. Una realidad que genera angustia o ansiedad. Es díficil darse cuenta de lo que sucede pero cuando finalmente eso es posible, entonces puede volverse algo interesante observarlo, estudiarlo, ver qué es lo que ocurre realmente con ese obstaculo que nos impide acercarnos a la realidad de forma adecuada para integrarnos. La mente es engañosa y tiene mucho poder sobre nosotros, solo una gran autoconciencia permite que finalmente nos liberemos. Jorge S Mora 2-10-14

martes, 4 de marzo de 2014

El hombre es un ser histórico

Hay una señal de los tiempos, entre otras, que me asusta: la insistencia con la que, en nombre de la democracia, de la libertad y de la eficiencia, se viene asfixiando la propia libertad y, por extensión, la creatividad y el gusto de la aventura del espíritu. La libertad de movernos, de arriesgarnos viene siendo sometida a una cierta uniformidad de fórmulas, de maneras de ser, en relación con las cuales somos evaluados. Claro está que ya no se trata de la asfixia truculentamente producida por el rey despótico sobre sus súbditos, por el señor feudal sobre sus vasallos, por el colonizador sobre los colonizados, por el dueño de la fábrica sobre los obreros, por el Estado autoritario sobre los ciudadanos, sino por el poder invisible de la domesticación enajenante que alcanza una eficacia extraordinaria en lo que vengo llamando "burocratización de la mente". Un estado refinado de extrañeza, de "autosumisión" de la mente, del cuerpo consciente, de conformismo del individuo, de resignación ante situaciones consideradas fatalmente como inmutables. Es la posición de quien encara los hechos como algo consumado, como algo que sucedió porque tenía que suceder en la forma en que sucedió, es la posición, por eso mismo, de quien entiende y vive la Historia como determinismo y no como posibilidad. Freire, Paulo. Pedagogia de la autonomía: Saberes necesarios para la práctica educativa.

domingo, 19 de enero de 2014

Cómo alcanzar el bienestar

El bienestar es el estado de haber llegado al pleno desarrollo de la razón: la razón no en el sentido de un juicio puramente intelectual, sino en el sentido de captar la verdad "dejando que las cosas sean" (para usar el termino de Heidegger) tal como son. El bienestar es posible sólo en la medida en que uno ha superado el propio narcisismo; en la medida en que uno está despierto, vacio (en el sentido zen). El bienestar significa alcanzar una relación plena con el hombre y la naturaleza afectivamente, superar la separación y la enajenación - llegar a la experiencia de unidad con todo lo que existe - y, sin embargo, experimentarse al mismo tiempo como el ente separado que Yo soy, como el individuo. El bienestar significa nacer plenamente, convertirse en lo que se es potencialmente; significa tener la plena capacidad de la alegría y la tristeza o, para expresarlo de otra manera, despertar del sueño a medias en que vive el hombre medio y estar plenamente despierto. Si es todo eso, significa también ser creador; es decir reaccionar y responder a sí mismo, a los otros - a todo lo que existe - reaccionar y responder como el hombre real, total, que soy a la realidad de todos y de todo tal como es. En este acto de verdadera respuesta está el área de capacidad creadora, de ver al mundo tal como es y experimentarlo como mi mundo, el mundo creado y transformado por mi comprensión creadora, de modo que el mundo deje de ser un mundo extraño "alli" y se convierta en mi mundo. El bienestar significa, por último, desprenderse del propio Ego, renunciar a la avaricia, dejar de perseguir la preservación y el engrandecimiento del Ego, ser y experimentarse en el acto de ser, no en el de tener, conservar, codiciar, usar. Extraído de Budismo Zen y Psicoanálisis, D.T. Suzuki/Erich Fromm