jueves, 2 de octubre de 2014

El miedo al rechazo.

Las personas aprendemos a socializar con los demás a partir de nuestras primeras relaciones cercanas. Ellas son las que configuran cómo nos acercaremos a los demás. Si un niño o niña reciben críticas no constructivas desde los primeros momentos de su vida eso será algo que los marcará y no dejará que desarrollen de manera fluida y autentica, porque empiezan a establecerse creencias acerca de lo que uno es o no es, de lo que uno puede o no puede. Incluso cualquier capacidad puede bloquearse o anularse. Este aprendizaje negativo se torma como una especie de velo frente a la realidad, todo lo filtramos por ese velo y no nos permite ver las cosas como realmente son. Ahí entonces aparece un primer trastorno. Uno no es conciente de que eso sucede, puede darse cuenta con el tiempo, a través de una psicoterapia o no hacerlo nunca y vivir preso. Cómo liberarse? Lo primero es darse cuenta de lo que sucede, tratar de averiguar por qué está allí, cómo fue que se instaló de esa manera; y luego, más adelante, tratar de observarlo y estudiarlo. No es algo sencillo de hacer ya que cuando uno está envuelto en ese modo todo gira alrededor de él como única realidad posible. Una realidad que genera angustia o ansiedad. Es díficil darse cuenta de lo que sucede pero cuando finalmente eso es posible, entonces puede volverse algo interesante observarlo, estudiarlo, ver qué es lo que ocurre realmente con ese obstaculo que nos impide acercarnos a la realidad de forma adecuada para integrarnos. La mente es engañosa y tiene mucho poder sobre nosotros, solo una gran autoconciencia permite que finalmente nos liberemos. Jorge S Mora 2-10-14

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