martes, 29 de septiembre de 2015

Psicoanálisis y Educación Popular

Algunos ven el psicoanálisis como una religión, y siguen pensando, discutiendo y dudando si será ciencia o no. Particularmente descubrí que el psicoanálisis es una ciencia al estudiar Psicología Comunitaria. Freud, genio total, sentó también los principios del paradigma epistemológico cualitativo en sus investigaciones. La interpretación de los sueños es indudablemente un libro de investigación científica cualitativa en donde la subjetividad del investigador es parte importantísima de su rol como científico. Es algo que me fascina de Freud y que muy poco veo en otras investigaciones psicoanalíticas, la subjetividad del investigador nunca deja de estar presente. En realidad todo psicoanalista, o todo el que haga psicoanálisis, hace investigación profunda, la herramienta fundamental de la investigación científico-social en la actualidad. Podemos decir que cada sesión de psicoterapia psicoanalítica es una práctica de investigación profunda constante, en donde, a través de la transferencia y de la contra-transferencia, las subjetividades del investigador y del investigado interactúan mezclándose de tal manera que muchas veces terminan en confundirse e intercambiarse los roles, cosas de las que solo puede ser consciente el profesional investigador y rara vez el investigado y en eso consiste nuestra práctica profesional. Lo mismo sucede en Psicología Comunitaria y en cualquier investigación social en que se emplee, por ejemplo, la IAP, la investigación acción participativa. El psicoanálisis, herramienta fundamental desde mi punto de vista en la liberación del ser humano, junto con la educación popular de Paulo Freire, sufre lamentablemente, por lo menos en mi país, de diarrea teórica y a la vez de estreñimiento en cuanto a praxis social. Son muy pocas actualmente las investigaciones sociales psicoanalíticas comprometidas con nuestra realidad social. Y lo que más necesitamos aquí es práctica social psicoanalítica y no tanto desarrollo teórico desconectado de la realidad, o tal vez es mejor decir desarrollo teórico de subjetividades desconectadas de lo social. Siempre me pregunto qué se tocara en los salones VIP de los congresos psicoanalíticos, debe ser un conocimiento muy guardado y solo para iniciados, sin embargo, al parecer no tiene, o no se ve, un correlato social, y me parece que el psicoanálisis es finalmente una ciencia social humana. Ayudaría mucho que perteneciera más al lenguaje común su método, no tanto la verborrea técnica sino la vivencia del autoanalísis. Queda mucho trabajo social por hacer en este país, mucho conocimiento por compartir y aprender de nuestras poblaciones, sobre todo las quechuas y su inmensa y poco valorada filosofía ecológica y su increíble cultura agronómica guardada por siglos, demostrada y pérdida en Moray. Habría que añadir e investigar nuevos mitos más acordes con nuestra realidad y relativizar tanto paradigma europeo y edipos y hamlets. Acá necesitamos más Pachamama y Wiracocha. Toda una tarea de responsabilidad pendiente y urgente para los profesionales que utilizamos la herramienta.