viernes, 22 de diciembre de 2023

Las celebraciones de la "Humanidad"


Desde que tengo uso de razón "la humanidad" esta definida por los que escribieron y enseñaron "historias universales" que nunca lo fueron.  A esa "humanidad" nunca pertenecimos desde este lado porque sencillamente nos invisibilizaron. Conversaba ayer con un consultante andino que quiere rescatar las idolatrías malinterpretadas. "Idolatrías" que estaban escritas en los códices mayas y en los quipus que unos salvajes medievales que nos invadieron destruyeron, asesinando además a los sabios que podían leer e interpretar. Esos mismos construyeron la "historia Universal" y se retratan como "la humanidad" destructiva que estamos sufriendo los otros, y cuyos símbolos tenemos que celebrar.

sábado, 9 de septiembre de 2023

¿Será Cierto?

 



¿Será cierto que nuestro inconsciente puede hacernos funcionar sin que nos demos cuenta? Todo indica que sí. No me cabe ninguna duda que debajo de mi conciencia hay un trance funcionando paralelamente y me lleva por lugares inimaginables aun. Como si se fueran creando en el camino. Y qué se crea en el camino? Pues quizá todo! A cada momento de nuestra existencia surgen cosas. Algunas que ya sabemos demasiado como por ejemplo preparar el desayuno de todos los días. Pero otras veces está lo inesperado y en eso consiste, creo, la riqueza de la vida. En seguirse alimentando de lo que va pasando. Como con la poiesis griega. Lo que se nos viene, lo que se nos da, la “naturaleza”, el ambiente, lo que “nos es dado”. Cómo lo transformamos para volverlo mejor, tornarlo nuestro, es decir recrearlo. Transformarlo y devolverlo de manera diferente. Es decir, con nosotros en ello. Es como un universo infinito de transformaciones. ¿Y qué sigue? ¿Lo sabemos?.. Sí y no. Hay cosas muy repetitivas pero aun placenteras. Mi primer sorbo de café en la mañana por ejemplo. Es una sensación tan placentera que no puedo dejar de hacer un Mmm!! cada vez que lo pruebo cada mañana. Pero es una situación que yo he creado para mi. Es el café que me gusta, con la combinación perfecta de leche de coco, en ese cubito que le pongo, y la pizca de panela. Definitivamente es un Mmmm! profundo cada mañana. La podría repetir al infinito. Tanto placer me da. Y ahora que lo pienso. ¿Será posible y de la misma manera recrear todo el día   como mi primer sorbo de café?. ¿Será posible vivir en un constante Mmmm!! placentero a diario? Bueno el primer sorbo es eso y allí acaba. Pero cada sorbo es igual hasta que se termina. Bueno, todo se termina en el tiempo. El tiempo que dura mi taza de café. El tiempo que dura mi desayuno. El tiempo que dura la vida. Claro que me gustaría que fuera como mi taza de café en la mañana. Es infalible y siempre placentera. No me cansa nunca. Y sigo con la pregunta: ¿podrá ser TODA la vida así? Recrearla, pero, ¿de la misma manera? Para llegar a esa taza de café de ahora he tenido que ir probando distintos cafés, distintas combinaciones. Hace  poco una amiga me regaló un café colombiano y era tan bueno como el que compro acá, me dio tremendo gusto! Un sabor algo diferente pero muy parecido al mio. Y ademas no es solo el sabor de la combinación. Es también el efecto. Siempre digo que en verdad el café es mi pepa para la depresión, la que guardo de fondo. La mañana puede ser tan vital gracias a ese primer café. Se me ocurren mil cosas para hacer. Demasiadas creo, porque al final conforme van avanzando las horas la energía va bajando y ya no es lo mismo. Así me tome otra taza de café no se repetirá lo de la mañana. También me pone, es cierto. Pero jamás como esa maravillosa taza de la mañana. Y bueno, regresando al trance paralelo. Ese café de la mañana me lo creé yo. Combiné los elementos que busqué sin querer queriendo a lo largo de mi vida y ahora es posible siempre esa mañana con ese café. Le digo a mi “dealer”, Edith, que para mí está bendita, que es mi Colla, que no me imagino la vida sin ella ahora. Que mis días se recrean constantemente gracias a ella y su riquísimo café. Pero es ella, su industria y aprendizaje para cultivar ese grano maravilloso, y el que yo lo haya escogido y combinado para mi gusto. Poiesis, lo que me es dado lo combino, lo transformo y lo convierto en mío. ¿Y eso es lo que debemos buscar psicológicamente? me pregunto. ¿Es lo que tengo que hacer que comprendan mis consultantes?. Tal vez debería usar mi experiencia con el café como una metáfora de lo que podemos hacer para lograr la transformación necesaria para ser felices. Por lo menos lo que dura la taza de café. ¿Pero si esta fuera la vida misma transformada? ¿Es posible lograr eso? Claro que sí es posible! Vendría a ser una combinación de la experiencia vital, el aprendizaje usado para la combinación perfecta -aunque aprendí hace poco que perfecto significa muerto porque ya no se puede hacer crecer ni madurar más al alcanzar ese ideal. Resumen: la perfección es muerte, está muerta, allí acaba porque ya no hay nada más- Pero entonces el término no es “perfección”, es algo diferente. Veamos. Es una combinación. Hay una búsqueda de por medio, pero casi no intencional. Más bien casual… Ey! Allí es donde esta lo inconsciente! Estuve buscando el café perfecto de la mañana pero sin ninguna intención consciente. Es decir nunca pensé: voy a buscar mi café perfecto. No! De repente un día me di cuenta que lo había logrado pero sin ninguna intención de esa manera. Buscando el sabor que me gusta en casa. Antes solo lo encontraba en una cafetería, como el Gianfranco por ejemplo. Y antes en otras. Hasta que por fin pude reproducir la experiencia en casa, exclusivamente para mí, construida por mí. 
Y todo esto empezó con la conciencia e inconsciencia de las cosas. Me procuré el café que me alegra siempre finalmente. Es solo una taza. Pero es que si me tomara infinitas tazas ya no sería lo mismo, o hasta podría morir de un infarto! ¿Y entonces? ¿La vida es eso? La salud mental ¿depende de esa gratificación? No creo, no se puede reducir a una experiencia de minutos en la mañana. Pero ¿se puede ampliar hasta conseguir una “taza” que me dure toda la vigilia? ¿Es posible eso? Es deseable, sí, claro que sí, como la vida amorosa que nos procuramos. Mi taza de café pero sexual. Freud vinculó todo lo placentero a la sexualidad. Incluso habló de una economía libidinal. ¿Mi taza de café es parte de mi economía libidinal entonces? Es una pregunta legítima desde lo psicoanalítico porque dentro de ese otro mundo paralelo todo tiene una explicación, psicoanalítica por supuesto. Ahora que lo pienso, es, imagino, como hablar Klingon. Un idioma, un lenguaje, un entendimiento, probablemente una cosmovisión, y creada por nosotros. Pero entonces volvemos a la recreación. La recreación de la realidad para nosotros. Para nuestro momento placentero de la mañana, para nuestra taza de café. Para el arreglo entre consciente e inconsciente, poiesis, transformación bidireccional o multidireccional. Como en el aprendizaje dialógico freiriano. Alguien se dirige a mí. Lo que me dice me procura unas ideas, que no necesariamente son las mismas de mi interlocutora. Digamos que su conversa fertiliza mi imaginación y respondo de cierta manera. Esa manera tiene que ver con lo que me dijo de cierta forma. Pero también ahora ya tiene algo mio, y cuando lo devuelvo es todo eso: lo que me dijeron, lo que entendió mi razón, imaginación, subjetividad, algo nuevo venido de afuera que se hace mío. Que me penetra y me transforma. Y claro luego participo yo, desde mí. Y le agrego lo mío. Y entonces lo devuelvo. Se establece el diálogo. Me transformó pero yo también transformé. La realidad ya no es la misma. Es otra. Es mía pero ya no solo mía. La recibí de una manera y la devolví de otra. Con una suma, o resta, o multiplicación, qué se yo, de lo mío.
¿Y cuál es el hilo conducente? Ahorita me pongo a pensar en La Búsqueda Del Tiempo Perdido. Esa galleta, ese café, ese sabor que construye una historia en 6 libros. Pero mi taza de café es tan reciente. Tiene unos pocos años. ¿Y cómo era entonces mi mañana de antes? Pues parece que ya no tiene la menor importancia. La vida es ahora. 
Y todo esto que escribo ¿lo he pensado? En realidad no. Solo estoy dejando que surja. Ni siquiera sé qué va a venir. Me dejo en manos del devenir mental. Sin cálculos, si con deseos. Deseos de vivir perennemente y plenamente como en ese primer sorbo, en ese primer placer repetido cada mañana. ¿Me sirve? Seguro que sí, sino no hubiera escrito todo esto. Claro que tiene que ver con una trampita. Y es que a diferencia de otros días. Hoy, hace unos momentos antes de empezar a escribir, me tomé otro café. El colombiano ese que me regaló una amiga muy querida. 
Hice trampa? Bueno no sé siquiera porqué me hago la pregunta.
De fondo tengo a Meshell Ndegeoccello y su jazz, 12 álbumes corriendo. ¿Es también otra “taza de café”?. La encontré como encontré mi café. Nótese que digo MI café cuando yo no lo fabrico. Pero es que lo hice mío. ¿Cómo hice mía a Meshell que me acompaña de fondo ahora mismo? Tal vez sí. ¿Y cuántas “tazas de café” me procuro al día? Bueno he construido mi vida de tal manera que hago lo que me gusta hacer. Soy psicoterapeuta por convicción. Diría que cada persona que me consulta le agrega una especie de nueva aventura a mi vida. Que pongan su subjetividad, sus emociones, sus símbolos y contradicciones, en mis manos. Que confíen en que pueda ayudarlos, es un reto, es una aventura. Pero lo bonito es que es una aventura compartida. Queremos ser felices. Los que vienen y yo, que también tengo el mismo deseo. El deseo placentero, el goce de la vida. El Mmmm! diario de mi primer sorbo, que quizá, y de alguna manera, se los quiero transmitir. Sé que es imposible transmitir una experiencia. Las personas solo pueden aprender a modificarse a partir de las propias experiencias. Pero la metáfora nos sirve, creo. “Mira yo llegué a esta taza de café buscándola sin saber que la buscaba” Entonces regresemos a lo inconsciente, que finalmente es el que ha guiado todo esto que escribo. Es curioso. Siempre les he hablado a mis consultantes artistas de cómo lo que estamos creando se va adueñando de nosotros, y ya no somos solo nosotros, sino también lo que está viniendo. Lo he hecho, es decir me ha sucedido en la música, pero nunca en lo escrito como vengo haciéndolo ahora mismo. 
Regresemos. ¿Qué es lo que hago para que las personas traten de salir adelante por sí mismas? Pues las ayudo a jugar con lo suyo. Les devuelvo lo que me dicen de tal manera que a veces me miran asombrados. Y yo solo repetí lo que me dijeron! “No lo había visto de esa manera”. Y eso por lo general rompe con un entendimiento anterior. Esa es una pista que me dice que algo ha cambiado en mi interlocutora. Y eso, por lo general es bueno para ella o para él, pero también para mi. Y en eso justamente consiste mi trabajo. En ayudar a encontrar el camino en la construcción de la “taza de café” de las otras personas. Aquella taza que va a cambiar la frustración, la ansiedad, la inseguridad, lo que sea que traigan a consulta, en un placentero Mmmm!! 
        

martes, 3 de enero de 2023

Ser Psicólogo





Yo me considero un psicólogo y la psicología se convirtió para mi en una búsqueda permanente. O tal vez viceversa. Tal vez mi búsqueda permanente se convirtió en mi profesión. 

En algún momento el budismo y la meditación fueron parte de esa búsqueda y me parecen geniales porque básicamente son estados mentales. Ser Buda es estar despierto. La gente confunde el budismo con las religiones pero son cosas muy distintas. El budismo no es teista, no existen dioses ni divinidades, es la búsqueda de un estado mental de conciencia total y absoluta con todo. Y complementado con el trabajo corporal del Yoga es mejor aún ya que se integran cuerpo y mente. 

Y si dediqué mi vida a esto fue para despertar. No para vivir enganchado a un tipo de pensamiento, sino para estudiar el pensamiento. Para estudiar los contenidos de la mente, que son los pensamientos o subjetividades. Tampoco para quedarme fijado en alguno cómo verdad única y universal. Considero que todo eso me liberó del auto engaño mental 

Mi trabajo como psicólogo y filósofo de la psicología es pensar y elaborar. Mi trabajo como psicoterapeuta es provocar a la gente pensamientos alternativos a lo que viene pensando y que no le hacen bien anímicamente. En el trabajo individual nunca es un trabajo solo para la otra persona, siempre es un trabajo con ella y por lo tanto nos modifica a los dos.

Para decirlo en términos del gran educador Paulo Freire: de la misma manera que un profesor, docente, también aprende de los educandos, discentes, nosotros los psicoterapeutas aprendemos constantemente de nuestros consultantes. Y así nos hacemos parte de la búsqueda del bienestar psicológico. 

#psicologia #psicoterapia

jueves, 15 de diciembre de 2022

Se necesitan políticos


Hay un grupo de gente en el Perú totalmente disociada de la realidad nacional actual. No entienden en absoluto los cambios o peor aún no los aceptan. Para empezar un racismo realmente despreciable. A los que voy detectando los aparto completamente de mi vida. A veces lanzo alguna carnada para pescarlos. 

Entre los fujimoristas es fácil, ya que son en su mayoría tan acomplejados. Arrogancias que tratan de esconder un profundo sentimiento de inferioridad es algo que observo comúnmente. La gente más humilde está aprendiendo. Por fin tuvieron alguien con quien se pudieron identificar, con todos sus problemas y defectos, no olvidemos que el año pasado la protesta fue contra el elegido. 

Castillo actuó en contra de la ley, si, pero haciendo algo que todos sus electores, y la mayoría de peruanos, dejémonos de vainas, queremos, que se cierre ese Congreso. 
Sacaron a su elegido y pretendieron quedarse ellos gratis, grave error. Si fueran realmente políticos -y en su mayoría no lo son y por eso no atinan a nada inteligente desde lo político-, y si la Boluarte fuera dígna del puesto que le han asignado, hubieran convocado a elecciones inmediatamente y las aguas estarían más calmas. Pero no, la Sra. se puso el delantal para servir al Congreso y hacer lo que a ellos les da la gana. Eso no es hacer política. 
Ya es tiempo de tener verdaderos políticos y no unos viles personajes que comercian con lo humano.

domingo, 27 de noviembre de 2022

Si uno delira


Si uno delira, que es hablar de una manera diferente, nadie quiere escuchar lo que dice y además le llaman a uno delirante. Entonces, una pastillita para no delirar. Como la pastillita para no delirar tiene que ser tan fuerte, más fuerte que los modelos ideológicos que no pudieron impedir el delirio, hay que darle otra pastillita para que pueda caminar, porque las pastillitas para el delirio, normalmente no solamente aplacan el delirio sino que aplacan las ganas de caminar, es decir, las ganas de vivir. Entonces, una pastillita para aplacar el delirio, otra pastillita para poder caminar. 
La mayoría de las pastillitas para el delirio producen una especie de temblor, entonces hay que dar una tercera pastillita para el temblor, porque si no el paciente se asusta porque ya no delira pero ahora tiembla y no puede caminar. Entonces, no le conviene de ninguna manera la sanidad que le proponen, ¿a qué loco le conviene esa sanidad? Por lo tanto, volverá al neuropsiquiátrico o a la clínica, volverá loco porque la sanidad que le proponen es una sanidad donde tiene miedo todo el día porque tiembla y no puede caminar. Entonces, el loco prefiere su delirio que no solamente le hace caminar, le hace volar, le hace conocer regiones escondidas, regiones ignotas. 
Entonces, habrá que proponerle al paciente, está claro, algo que la medicina no tiene para proponer, que es otra mirada, otra visión sobre la problemática que lo aísla volviéndolo loco. 

Menassa, Miguel Oscar (1998) Freud y Lacan - hablados - 1. Editorial Grupo Cero 

jueves, 17 de noviembre de 2022

La humanidad hipnotizada


Hace un tiempo le comentaba a una colega psicoterapeuta, maestra en hipnotismo y de la que espero aprender mucho, que comprendiendo de lo suyo había tomado conciencia de que no solo hay personas que necesitan del hipnotismo para salir de, o cambiar, lo inconsciente que los maneja de mala manera y no los deja tener éxito en su vida. Me di cuenta también que existe una gran porción de la humanidad hipnotizada y manipulada para no darse cuenta de su propia autodestrucción. 

Yo vengo de una cultura y cosmovisión ancestral en donde lo primordial era la madre tierra y su basamento era dominar el cultivo de las plantas. Preconizaba una reciprocidad con aquella de tal manera que incluso debíamos hacerle un “pago” por lo que nos daba. Siendo así cuidarla era lo primordial y fundamental por sobre todas las cosas. Pero eso cambió radicalmente con la invasión europea. Los valores se trastocaron y la primordialidad pasó a la adoración de algo más por encima de todas las cosas, cosificando la tierra y considerándola ahora un mundo inferior frente a otro mejor y fuera de ella. 

Hipnotizados bajo esa nueva  cosmovisión a lo largo de los años se desarrolló una tecnología de explotación de lo que antes era considerado sagrado: la madre tierra, y que ahora era solo un medio para un fin muy superior. 

La pandemia nos dio la oportunidad de darnos cuenta a todos, al estar obligados al aislamiento, cuanto es que nuestra participación puede alterar el habitat en que vivimos. Durante nuestro aislamiento todo floreció, el cielo se limpio, escuchamos aves y observamos animales en el mar que estuvieron opacados por la vorágine de la metrópolis, en mi caso Lima. 

Pero la pandemia terminó y todo volvió a la “normalidad” y regresamos a nuestra hipnotizada humanidad y de vuelta hacia los “valores superiores”. 

Todo parece indicar que estos y la acumulación excesiva de cosas que realmente no necesitamos continuarán. ¿Será posible des hipnotizar a la humanidad? ¿Cambiar esa subjetividad auto destructiva, ya no solo en lo individual sino a nivel global? ¿Y además en el corto plazo para sobrevivir como especie? 

jueves, 20 de octubre de 2022

La perversión de la ideología del "mercado libre"

 


El consumo irracional, sin tener en cuenta la necesidad humana, hace que generemos basura imposible de reciclar. No sé trata de hacer que tus clientes te compren y consuman cosas que realmente no necesitan solo para que tu negocio crezca y generes "riqueza" personal. Esa riqueza estará basada en crear desequilibrio y no armonía. Obesidad en lugar de alimentación saludable. Cantidad en lugar de calidad.
Sin reciprocidad con el medio ambiente, con lo que nos es dado desde la madre tierra, será imposible mantener el hábitat del ser humano. Desde alli toda acumulación excesiva es puramente perversión.